Anda plácidamente entre el ruido y la prisa y recuerda que paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte.
Evita las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu.
Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia.
Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargo; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus planes.